

Facundo es un pececito niño que vive en las aguas claras de un río, una mañana mientras jugaba, se encontró con un zapato triste y solitario llamado Maclovio que por estar viejo y gastado lo habían echado al río. Facundo consigue su amistad y trata de animarlo con su alegría y optimismo. Juntos cantan canciones y recorren las mágicas aguas del río, así llegan a un castillo y conocen a otro amigo, el señor Florentino, un pez viejo y gruñón que no conoce la amistad.
Un día, Maclovio tiene el sueño de surcar las aguas del mar, pero no lo cree posible, sin embargo su voluntad y empeño es más grande que el desánimo.
Florentino que obra por cuenta propia, decide adelantarse, pero en el camino se extravía y descubre que todos sus conocimientos no pueden hacer mucho, porque es la cooperación y la solidaridad de los amigos lo que puede hace posible la realización de los sueños.
A partir de ese momento aprenden todos que la amistad puede ser un tesoro que la vida nos entrega para ser felices.