miércoles, 6 de febrero de 2013












FOTOS ENSAYOS EGO NAUFRAGIOS - 2011
EGO NAUFRAGIOS


  Proyecto de Puesta en escena 2013







A MANERA DE JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO EGO NAUFRAGIOS

Existe una vasta información de crónicas y apuntes sobre la experiencia vivida y sufrida por parte de los conquistadores españoles en sus travesías al llamado Nuevo Mundo que datan de fines del siglo XV y que podemos trazar también en el transcurso del siglo XVI, aquella manera de narrar y dejar constancia de lo sucedido data de muchos siglos atrás. Es muy probable que esté ligada a los comienzos de la navegación.
Los cronistas en América han volcado referencias y detalles de sus penosos viajes así como su sorpresa y fascinación por la naturaleza a la que llegaron a comparar con el edén bíblico, relatan asimismo costumbres y referencias culturales de prácticas y tradiciones tanto de sus rituales religiosos como de la vida común de los pueblos sometidos; no cabe duda de que aquellos documentos son patrimonio importantísimo de una época decisiva a caballo entre un pensamiento aun fuertemente anclado en la Edad Media y los hechos políticos y evangelizadores que estarían marcados por el pragmatismo, en la imposición de la Corona y el proceso de evangelización de los pueblos conquistados. Es así, por ejemplo, que recogiendo aquellos conocimientos Guamán Poma de Ayala pudo crear con sus crónicas una descripción profunda del Tawantinsuyu y los efectos del choque de dos culturas.
España aguardaba con expectativa el retorno de los conquistadores, algunos lograban gloria y reconocimiento que conocemos por la historia, a otros les aguardaba, la miseria y el olvido terminando sus días bajo el amparo de la misericordia de los conventos. Las crónicas y relatos de las experiencias vividas en remotas tierras abundaban, pero sólo un puñado de ellas han pasado a la posteridad sea por su valor literario como crónicas o por las referencias y detalles plasmados en sus escritos.
Es así que “Naufragios” de la autoría del hidalgo Alvar Núñez Cabeza de Vaca es reconocido no sólo por la combinación de ambos méritos, sino también por sus fantásticas descripciones que no son fáciles de precisar donde acaban la realidad y donde empieza la ficción, Cabeza de Vaca sobrevivió diez años viviendo con indígenas, vagabundeo de la costa este a oeste de los actuales Estados Unidos de Norteamérica llegando hasta Veracruz en México, fue esclavo, mercachifle y chamán, sus relatos plagados de imágenes y referencias de la terrible mortandad y final de casi toda la tripulación es un alegato de defensa dirigida al Rey de España por el calvario vivido en cumplimiento de la labor encomendada.
Es así que este valiosísimo documento aun no valorado en su total significado, se convierte para la creación teatral en un material y punto de partida para un puesta en escena que, lejos de seguir a pie juntillas los hechos históricos, recrea el universo fantástico que empuja con fuerza y decisión inusitada al hombre al remolino de la aventura y el riesgo, más allá de sus miedos a los monstruos fabulosos, aquello conecta al ser humano en las fronteras de la vida y la muerte.
Es esa la materia prima de nuestra creación escénica.