domingo, 26 de diciembre de 2010
Cuentos mientras viene...el tren (2007)
Miky Bigotoski presenta el espectáculo pero se encuentra preocupado ya que espera la llegada de Don Gerundio De La Prosa, que es un viejecillo bibliotecario algo sordo y despistado, y al que debe despedir ya que debe partir a la lejana ciudad de Quiensabedonde a contar sus cuentos. Don Gerundio llega de pronto, discute con el presentador y ni sabe si está en una estación de ferrocarriles, pierde su boleto y posteriormente el tren. Muy apenado al principio; se alegra súbitamente al confesar a los niños su amor por los libros y ocurrírsele la idea de contar fábulas mientras viene el tren. Abre un gran libro y se da inicio a la función:
Empieza con El picador de piedras, fábula de tradición japonesa, que narra la historia de un hombre que sueña ser muy poderoso y ayudado por una voz misteriosa no se contenta con ser un hombre rico, un rey, el sol, una nube, ni roca en la montaña, vuelve a ser el mismo y descubre la felicidad de ser tal como la naturaleza lo dispuso.
En un descanso entre cuento y cuento Don Gerundio se da un descansito, se queda dormido y no se percata de la llegada de Don Gastón, el boletero de la estación, que muy molesto por el impertinente vagabundo le advierte que llamará a la policía. Alertado y con el apoyo de los niños Don Gerundio le pide un momento para contar el próximo cuento.
Continua con El Brahmán y el tigre, fábula de tradición hindú que cuenta la historia de un tigre enjaulado por sus maldades que suplica a un sacerdote (o brahmán) que lo libere de su cautiverio, éste se compadece del pobre animal, pero el felino al verse en libertad rompe su palabra y quiere devorar a su benefactor. El brahmán le propone buscar cinco jueces y que ellos decidan si es justa o no su deslealtad. Caminan por la selva encontrándose con un árbol, un buey, un águila, un caimán quienes opinan que el hombre es malo y debe ser ajusticiado. Sólo el último animalito, un chacal, sopesa el asunto con sabiduría, y con sagacidad e inteligencia resuelve las cosas como al principio, dejando al tigre nuevamente enjaulado.
Al final, Don Gerundio es avisado por los niños de la nueva salida del tren, encuentra su boleto y se despide de su público hasta otra oportunidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario